Amedida que el mundo continúa avanzando hacia una mayor digitalización, individuos y empresas están interiorizando cada vez más la importancia de la ciberseguridad para proteger sus datos más valiosos de los hackers. Algunas estimaciones apuntan a que los costes de la ciberdelincuencia mundial van a crecer un 15% anual durante los próximos años, pasando de los 3 billones de 2015 hasta los 10,5 billones proyectados para 2025. Por eso es importante entender qué es realmente la ciberseguridad y cómo contribuye a proteger de manera integral la presencia online de tu negocio y tu información personal.
La información de identificación personal del cliente (PII) es la variedad más valiosa y representa el 44% de los datos comprometidos en las filtraciones. Es información codiciada por los hackers que pueden explotarla o venderla en la dark web. Las brechas de seguridad le cuestan a las empresas una media de 185 euros por cada credencial robada, además de provocar pérdida de clientes, de ingresos -debido al tiempo de inactividad del sistema- y un aumento el coste de adquisición de nuevos negocios, debido al daño sufrido en la reputación.
¿Qué es la ciberseguridad?
La ciberseguridad protege los sistemas, redes y programas de los ataques online y las ciberamenazas. Por eso es crucial. Es la línea de defensa que individuos y empresas tienen para protegerse contra el acceso no autorizado a los centros de datos y otros sistemas informáticos. Si tu empresa cuenta con una sólida estrategia de ciberseguridad, podrá protegerse de los ataques maliciosos diseñados para acceder, alterar, borrar, destruir o extorsionar sistemas y datos sensibles, como la PII. Además, la ciberseguridad puede ayudar a prevenir los ataques que tienen como objetivo desactivar o interrumpir el funcionamiento de una red o un dispositivo.
CIBERSEGURIDAD Y PYMES
La mayoría de los propietarios de pequeñas empresas no se consideran objetivo de los hackers y de otras amenazas debido a su tamaño. A menudo creen que las organizaciones gubernamentales y las grandes empresas son los únicos en sufrir ataques. Pero en realidad los ciberdelincuentes son oportunistas; les interesa cualquier víctima que les pueda dar acceso a robar credenciales de empleados o de clientes, información de las cuentas bancarias, o cualquier dato que les permita a su vez obtener acceso a redes más grandes.
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